blurryfaces, tramas.

Por eso y más no cree en esas payasadas de la lectura del futuro, el horror brilló en los azules ojos de la dueña de aquella famosa caverna de luces de neón y baratijas, sí, hablo de Gigi, la que te lee las líneas de las manos, ve qué te espera del futuro y te tira las cartas por unos billetes. ¿A ti qué te dijo, huh? Nada que no sabía. Busco cómplice que lo haya acompañado a curiosear un poco, a adentrarse en el mundo de la suerte y la fortuna, quizá por aburridos en la biblioteca o porque simplemente pasaban por ahí y decidieron que los billetes sobraban, que una ayuda a la caridad a aquel lugar desesperado no venía mal o quizá porque simplemente él agarró a esta persona de cuello y le obligó a entrar con él, sin explicaciones profundas o poéticas, le vio cara de aburrirse y con tal de incomodar hace lo que sea.

Vi por ahí que hay muchos que se vienen al campo de la salud, ¿qué pasa que no nos unimos un poquito, eh?, venga, que se sabe que la carrera deja sus estragos, ojos cansados de tanto insomnio, noches en vela en la vista sobre un libro y él que parece el más jubiloso cuando se dice que se hará visitas a la morgue. Sencillo, compañeros de carrera para darle más realismo a la cosa, sabemos que el muchacho parece fantasma y a veces te asusta cuando de pronto su voz resuena para cuestionar al docente o poner carbón para que empiece el debate, pero existe y es de esos que lee el nombre de los presentes, el observador sentado en silencio.

Desde fármacos para los del alma negra y podrida que padecen de depresión hasta el relajo de unos gramos de marihuana. No se pondría en la categoría de camello de ninguna manera, le resulta demasiado ridícula y baja para definirse, pero se sabe que pueda andar con algo en los bolsillos, que no le incomoda invitar a alguien a conocer un poco más y caer en manos de lo que nunca te deja salir, es como cemento que se seca a cada momento y cuando te tiene atrapado no hay vuelta atrás, ha visto personas de su generación caer en delirios y en sobredosis por una mala mercancía. Si te conoce y anda de humor quizá te deja algo entre las manos para que te pierdas unos momentos, en el edificio Judas o por ahí vagando, no siempre dirá que sí ni siempre tendrá lo que buscas, ¿te piensas que eres sólo tú quien busca? Son de la misma madera, quemada por dentro y atormentada. Pero pobre de ti si alguna vez mencionas su nombre, eso es traición de quien alza la mano para darte de comer, búscalo en la biblia, seguro lo consideran pecado.