Command me to be well — Tramas

¿Círculo social?

“Y si no colaboras conmigo esta vez, podría delatarte”. El día acaba y la noche cae bajo sus hombros, el peso del sueño se siente y las temáticas de estudio parecen no tener límites. Llegó como una simple sugerencia, la magia en manos de alguien que hasta entonces no le era conocido: “toma una de estas” y su forma era similar a cualquier otra píldora, mas su poder era único, la mantenía despierta. La tomó una vez y ante el efectivo resultado se volvió un hábito recurrente y una necesidad por la que pagaría a esta persona otra vez casi cualquier cosa con tal de satisfacerla.



“Lo siento, parece que la pelota ha escogido sola un nuevo dueño. Te la regalo”. Nunca fue la mejor en lo que a practicar tenis se refiere, mas ese día había iniciado con un humor particular para la escocesa y cualquier simple comentario parecía encenderla con facilidad. Esta persona ingresó, quizá escuchó mal sus palabras o ni siquiera estaba refiriéndose a ella, pero la impresión le bastó para alzar la esfera de fieltro y darle dirección, con su raqueta, hacia su figura; si eso no bastaba para callarle, debía de comenzar a practicar el golpear dos a la vez.


“Compartimos tiempo, espacio, oxígeno y la ropa interior si les sirviera” Los ha escuchado quejarse por el desorden que no levantó del piso, por la luz encendida pasada la medianoche y por los horarios inadecuado para irrumpir en la habitación. Mas también los ha escuchado reírse de su carente humor, de los enfados que la llevaron a maldecir a cualquier otro estudiante y del factor de ser becada. No hay mucho más por añadir aquí, pero son las otras tres personas que comparten habitación con Odeya y me gustaría dejar abierta la relación que mantiene con cada uno, para acomodarla según las diferentes personalidades.

ACLARACIÓN: Son los compañeros que aparecen en el registro, pero dejo este apartado para que se aproximen y pactar algo más.




"No estudiamos lo mismo, pero juntos nos concentramos mejor". Un grupo de estudio que si bien no comparten la misma bibliografía, se utilizan mutuamente para obtener buenas calificaciones en sus exámenes. La biblioteca fue el sitio inicial de toda reunión y actualmente el favorito de todos los presentes, en ocasiones y cuando el estrés no es demasiado se permiten desviarse de las lecturas para compartir algunos chistes y bromas. Son alumnos ejemplares, que no necesariamente tienen las mejores calificaciones, pero son responsables y aplicados.


”Si no puedes contra ellos, deja que hagan lo que quieran”. Becada, esa  palabra parece resonar entre los demás estudiantes como si fuese el peor de los pecados. La cantidad es inexacta, mas existe este grupo de personas que están dispuestas a llevar la élite como si de sus nombres se tratase. No tienen métodos apropiados y está en duda la posibilidad que algún día se vuelvan más tolerantes con aquellos que no poseen el mismo poder adquisitivo. Son victimarios que han encontrado en Odeya una víctima más que dispuesta a cumplir cada una de sus condenas.

Me reservo el derecho de admisión.