I probably shouldn't be so mean — Tramas.

Straight for the castle.

Un ni contigo ni sin ti. La historia entre ellas dos comenzó por una pelea por llamar la atención en uno de los bares locales, una Mathilda recién llegada, por lo visto, acabó por ser el centro de una fiesta que llevaba el nombre de esta otra chica. Dicen que hay que tener a los enemigos aún más cerca que a los amigos y ella lo tomó al pie de la letra, le llevó a aparte, con buenos ojos y mejores palabras hizo que la sudafricana fuera la reina de aquella noche. Mathilda es inocente, pero no tonta, le reveló que sabía perfectamente lo que pretendía y ahí cambió todo. Ahora, el interés por conocerse era real.

Ha pasado todo un largo año desde aquello, han vivido juntas todo lo que es imaginable: fiestas, confidencias, secretos, salidas, castigos... todo ello intercalado con enfados fruto de su orgullo y fuertes personalidades. Es un ni contigo ni sin ti. Se quieren como lo que más y se detestan a tiempos como si no tuvieran otra cosa que hacer en el mundo. Pueden insultarse, tirarse de los pelos, estar semanas sin hablarse, pero jamás permitirán que otra persona se interponga, que les haga daño. Siempre están ahí cuando las cosas se ponen feas de verdad. Amigas, aliadas: familia, en el sentido más amplio de la palabra.